Sin estudiantes, la universidad deja de tener sentido, los profesores sin objetivo de enseñanza y al igual que los trabajadores administrativos, sin materia de trabajo. Los estudiantes, ya sean de bachillerato, licenciatura o maestría, deben de ser el centro de los esfuerzos en la búsqueda de servicios de calidad, adaptación e innovación.
Por Vladimir Sámano Sepúlveda
La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo enfrenta un escenario difícil para el 2021, – independiente del asunto de la pandemia por el coronavirus SARS COv2 causante de la enfermedad Covid-19 -, la viabilidad financiera será sin duda el tema a abordar el primer semestre del año, la urgente necesidad de llegar a acuerdos con los gremios sindicales titulares de los contratos colectivos de trabajo debe de llegar por consenso, hay tiempo para construirlo.
Los profesores y trabajadores administrativos y manuales sindicalizados, a través de sus sindicatos, quienes sean titulares de los contratos colectivos de trabajo, validarán su legitimidad, – no solo moral sino también jurídica -, con sus listados de socios (padrones sindicales) actualizados legalmente, sin cachirules, o muertos. Los cambios en la ley federal del trabajo han modificado las reglas del juego, mismo, donde el eje conductor será la transparencia y en una efectiva democracia sindical.
En el tema de las clases en línea, la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM) ha decidido continuar sin clases presenciales, la UNAM, sin duda, es el referente obligado en las directrices y políticas educativas que asumirán las Instituciones de Educación Superior del país, entre ellas, la propia casa de Hidalgo. Falta la confirmación del Consejo Universitario – máximo órgano de gobierno interno de la UMSNH -, para que el semestre par del ciclo escolar 2021-2021 sea concluido en modalidad a distancia.
Las condiciones de la movilidad estudiantil mantiene atada la posibilidad de un regreso a clases presenciales, es en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo – como principal centro de estudios superiores del Estado de Michoacán -, donde confluyen alumnos no sólo del Estado, sino también, de por lo menos 7 entidades del país más. Los casos asintomáticos de portadores del coronavirus, se convierten en focos de alto riesgo no sólo para estudiantes, también para profesores, muchos de ellos en la posición más vulnerable por la edad y ser población de riesgo.
Ante las fases de vacunación para el COVID 19, el proceso será lento, la pandemia, sigue creciendo de manera exponencial, por oleadas, el número de contagios y de fallecimientos va en franca escalada, colapsando ya, partes del sistema hospitalario del Estado, prueba de ello, el municipio de Zamora, quien reporta el 100 % de camas de hospital ocupadas. El modelo estadístico para dar seguimiento al contagio por coronavirus en Michoacán, hecho por investigadores nicolaitas, no se ha equivocado en sus proyecciones, el contagio del virus sigue al alza.
Las clases en línea serán nuevamente la estrategia central de la administración universitaria nicolaita, la pandemia dejó al desnudo el colapsado sistema informático universitario en sus plataformas, tanto por profesores como por alumnos, las clases en línea no llegan a tener esa sensación de… ¡Clases!. Las diferentes plataformas de enseñanza, Google Meet, Zoom, Classroom, o el propio Sistema Universitario Virtual Nicolaita (SUVIN), no llegan a perfeccionar un sistema de clases en línea homogéneo y único.
En un terreno más complicado se encuentran las licenciaturas del área de la salud, químico farmacobiología, odontología, medicina, enfermería o de ingenierías como civil, química, eléctrica, las cuales requieren más allá del conocimiento teórico, la práctica. Los laboratorios siguen siendo el talón de Aquiles en el proceso de la educación en línea, la UMSNH no estuvo nunca preparada para ello.
Actividades y espacios deportivos seguirán cerrados, las actividades culturales y de extensión Universitaria deberán de reinventarse, el esfuerzo ha sido significativo, pero la escasa difusión – activa y permanente de las actividades culturales-, ofrecen un pobre impacto en el público universitario. Dispersando y atomizando los esfuerzos por ofrecer espectáculos de calidad cultural.
A casi un año del comienzo de los casos por coronavirus en México, las universidades públicas deben de adaptarse finalmente, al modelo educativo que prevalece, atrás quedaron los meses de ensayo y error, que aún con todo y ello, la Universidad Michoacana logró la titulación de cientos de jóvenes egresados de sus licenciaturas, modificando procesos administrativos, el intento es bueno, pero no suficiente ante el incremento de servicios en línea y la falta de campañas de información – permanente -, de sus procesos.
Sin estudiantes, la universidad deja de tener sentido, los profesores sin objetivo de enseñanza y al igual que los trabajadores administrativos, sin materia de trabajo. Los estudiantes, ya sean de bachillerato, licenciatura o maestría, deben de ser el centro de los esfuerzos en la búsqueda de servicios de calidad, adaptación e innovación. La mayor parte de estudiantes paga por ello, y merece un servicio y atención acordes a su sacrificio y esfuerzo.