«El sindicato de profesores no ha sabido llenar el hueco dejado por la falta de liderazgo y están ocupados en sus luchas internas, sindicatos fracturados, sin una posición firme, homogénea y combativa, se toman decisiones sin consultar a los agremiados, a lo más que han llegado es a un paro de brazos caídos, que a los únicos que perjudica es a nuestros alumnos, no veo a las autoridades centrales muy apuradas por reiniciar clases.»
La situación actual de nuestra Universidad Michoacana, después de más de 2 meses de estar sumida en la más grave crisis financiera de su historia, la cual se vislumbraba venir desde 1997, cuando el Rector en turno encargó un estudio actuarial al mismo despacho que recientemente presentó recomendaciones, a través de las Comisiones Especiales de Reforma Universitaria, al H. Consejo Universitario. Desde esas fechas a la actualidad, todas las administraciones prácticamente lo único que han hecho en sus periodos de responsabilidad ha sido “patear el bote”, y posponer el estallamiento de una crisis anunciada.
Ante esta realidad, ¿Quién habla en nombre de la Universidad? ¿Quién defiende a la educación pública?
¿Quién sale en defensa de nuestros estudiantes?
Hasta el momento los actores de quienes esperaríamos ejercieran un liderazgo y guiaran a la Institución por buen camino, se han caracterizado por su silencio, su falta de acciones claras y contundentes, su falta de claridad en dar una respuesta del tamaño del problema que enfrentamos. Su falta de capacidad para aglutinar al H. Consejo Universitario -del que no sabemos nada- a los directores, sindicatos, profesores, administrativos, alumnos y sociedad alrededor de quien debería ser el líder de esta institución haciendo un frente que contenga los embates en contra de la educación pública.
El sindicato de profesores no ha sabido llenar el hueco dejado por la falta de liderazgo y están ocupados en sus luchas internas, sindicatos fracturados, sin una posición firme, homogénea y combativa, se toman decisiones sin consultar a los agremiados, a lo más que han llegado es a un paro de brazos caídos, que a los únicos que perjudica es a nuestros alumnos, no veo a las autoridades centrales muy apuradas por reiniciar clases.
Los profesores también hemos mostrado una pasividad ante esta situación y no hemos contribuido en su solución.
Por su parte, los alumnos preocupados por no perder el semestre están sumidos en la incertidumbre, ¿Cuántos de ellos ya no regresaran a clase? ¿Qué hacer ante este panorama? ¿Seguir obedeciendo al sindicato y continuar con un inocuo paro de brazos caídos, que a nadie presiona y sólo afecta a nuestros estudiantes? ¿Desobedecer al sindicato, so pena de ser expulsados del mismo, y retomar nuestras actividades académicas?
En ese tenor propongo una solución intermedia, regresar a clases lo antes posible para concluir el semestre en curso y de esa manera cumplir con nuestros estudiantes. Esas semanas que se ampliaría el semestre servirían a la autoridad central, para cumplir con su responsabilidad de pagos atrasados. En caso de que se continúe con la situación de no pago de las prestaciones pendientes del 2017 no se iniciaría el próximo semestre, dado que no existirían las condiciones adecuadas para ello.
Esta propuesta de ninguna manera pretende desistir de exigir el pago de nuestras legítimas prestaciones consagradas en nuestro marco jurídico, pretende dar certidumbre y crear un ambiente que beneficié a toda la comunidad de la FIE.
Estoy consciente que esta propuesta va en contra del acuerdo de nuestro sindicato de continuar con el paro de brazos caídos, pero hay que recordar que sin Universidad no hay Sindicato. Tampoco pretende obedecer al Rector en su incipiente llamado a retomar las actividades académicas, obedece esencialmente a nuestro compromiso ético y profesional con nuestros estudiantes y nuestra Institución Educativa.
¡Los Profesores hablamos en nombre de nuestra Universidad!!!
Dionisio Buenrostro Cervantes
Facultad de Ingeniería Eléctrica
UMSNH
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